Letizia en China y Marie Antoinette presa

¡Hola queridos lectores!

Quiero agradeceros vuestros mensajes de cariño e interes. No es fácil tratar de mantener la página viva sin los valiosos aportes de Kiki, a quien siempre recordamos y extrañamos. Sé que apreciais el esfuerzo y perdonais mis fallos. Un abrazo cálido para todos.

Esta semana comenzó con un viaje de Letizia a la China. .

Veamos las fotos.

Viaje de Estado de Sus Majestades los Reyes a la República Popular China

Don Felipe y Doña Letizia realizan un Viaje de Estado a China acompañados del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares y del ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.

Para empezar su viaje, letizia repitió abrigo negro con apretado cinturoncillo, sobre unos pantalones negros y unos zapatos cómodos. Faltaron joyas o accesorios como siempre, pero tampoco era necesario echar la casa por la ventana para sentarse en la cabina de un avión.

Podemos apreciar el bolso que parece bastante estiloso, y su gesto dando instrucciones a la persona con la que va hablando. De pronto está indicando el máximo de calorías que se pueden consumir dentro de los límites del palacio en su ausencia.

A su llegada a China, Letizia visitó un museo. Allí vistió un traje rojo de un tejido grueso muy bonito que favorecía su figura, aunque el largo de la falda no favorecía lo delgado de sus piernas. El pelo como siempre demasiado largo y cero joyas o nada que demuestre su condición de consorte del rey de un reino. El bolso muy elegante, supongo que el mismo o de los mismos que usó a su salida de España.

Para saludar al presidente de la república, Letizia lució un traje verde muy favorecedor, con una especie de estola y unos zapatos dorados que la hacían ver muy elegante. El peinado también la favorecía mucho, y aunque no utilizó joyas, lo cual lamento, pienso que en este caso sí podemos darle el aprobado.

Durante la ceremonia oficial de bienvenida, Letizia lució un abrigo gris con apliques de flores rosadas preciosas, y una bufanda rosada muy bonita. Por supuesto tuvo que amarrarse el cinturón de cualquier manera y de una forma tan apretada que parecía una bolsa de supermercado, pero ni aún así pudo deslucir un abrigo tan espectacular. A mí me encantó y lo único que cabiaría es el largo para que no resaltara la delgadez extrema de los reales tobillos.

Tras la ceremonia de bienvenida, Letizia reveló un vestido rosado que me parece muy bonito y recatado, aunque el largo de la falda sigue resaltando sus tobillos delgados. Las mangas tres cuartos, a la moda, se verían mucho mejor con algun accesorio, un anillo, un brazalete, algo que indicase que ella es una reina, al contrario que la primera dama, que es «solo» una primera dama. No hay nada que cante «Reina» en este bonito atuendo, y el pelo se ve bastante bien de frente, aunque supongo que por detrás va demasiado largo. también me parece que tenía buena cara; tal vez sí comió algo en el avión 😉

Después los reyes asistieron a una cena de gala seguida de un concierto y allí Letizia apareció con un vestido elegantísimo, de largo apropiado, negro, apretadito, apretadito, que bien podía defender dada su figura; y por supuesto cero joyas. Una pena que no luzca las joyas del cofre real, pero de todos modos se veía elegante y muy bien peinada. Es difícil manejar el frente de una cara como la de ella, pero creo que el peinado le quedaba bien. Ese es uno de los dos largos que no desfavorecen sus tobillos. El otro largo es un poco (UN POCO) más alto de lo que ella suele utilizar.

Más adelante, la reina apareció en una visita a la universidad de estudios extranjeros, y en una recepción, con un traje marsala de pantalón de corte elegante y chaqueta con un solo botón. Debajo una blusa negra con moño bastante sobrio. Parezco disco rayado, pero qué ilusión me haría ver alguna joya o complemento que alegrara el atuendo y la hiciera parecer la representante de un gran reino, y no una simple señora cualquiera bastante elegante.

No puedo evitar la tentación de poner este modelito que utilizó una de las chicas que hablaron con Letizia. ¿No os parece un atuendo precioso para una jovencita? Salvadas las distancias, y tal vez con otro calzado, estoy segura que la princesa o la infanta se verían maravillosas con un atuendo así.

Aquí podemos ver a la reina en una de sus actitudes favoritas, escuchando al chico que le habla, pero siempre pendiente de donde está la cámara para hacer su mejor pose. Creo que es parte del trabajo de reina: siempre tratar de representar lo mejor posible.

El cajón de los rescates

Seguimos en nuestro intento de dejarle algunas recomendaciones a Letizia para trajes que puede lucir en cualquier ocasión, y de pasada mirar si es posible que cualquiera de nosotras las podamos lucir en una versión que esté más a nuestro alcance.

El primero es un conjunto que tiene la particularidad de que el bolso esta hecho del mismo material del top, dándole un toque chic y a la última. Estoy segura de que Letizia en algún momento lucirá algo parecido, ya que tiene todos los elementos que le gustan, incluido el ajustado cinturoncillo.

El siguiente es un modelo estilo Chanel con un moño al cuello como aquellos a los que ella está aficionada últimamente. Es precioso y elegante y en su fiura luciría muy bien.

Aquí tenemos un «Total white» como los que Letizia favorece, con un top de punto primoroso. No estoy segura si el largo del pantalón la favorecería, pero habría que verlo. A cualquiera de nosotras se le vería regio tambiém.

Finalmente, un traje largo que solo puede lucir una reina, para alguna ocasión especial. No me imagino cómo podríamos usarlo los simples villanos, pero a lo mejor en algún caso funcionaría. ¿Qué pensais?

La reina prisionera

En Octubre de 1789 los reyes de Francia se trasladaron a vivir en «Tuileries» una propiedad que distaba mucho de los lujosos palacios a los que estaban acostumbrados. Marie Antoinette ya no pudo tener su guardia real, y en su lugar se pusieron soldados rasos para su «protección» En realidad, estaban prisioneros.

Para disimular su estatus de prisioneros, se les permitía salir y deambular, y era entonces cuando Marie Antoinette tenía que oir los insultos que la gente le gritaba desde una distancia segura, o cuidarse de que los carruajes no le salpicaran a propósito la ropa cuando caminaba cerca de la finca.

En el terreno político, el nuevo «presidente» estaba dispuesto a tener reuniones conel rey, caminar a su lado, pasear a los perros; pero en realidad la monarquía ya era una figura que estorbaba; y Louis XVI no ayudaba con su gordura, su depresión, su debilidad y sus constantes problemas de salud.

Los reyes tuvieron muchísimas oportunidades para irse lejos y escapar de su destino. Mucha gente bien intencionada les ofrecía refugio en otros paises, pero ninguno de los dos se quería ir de Francia, porque esa era su casa. Se dedicaron a pasar unas vacaciones en esa finca, con el rey montando a caballo al menos cinco horas al día, y la reina tratando de ayudar a los desfavorecidos con limosna y abrigo, pero dejando pasar el tiempo de manera peligrosa.

Para el aniversario de la toma de la Bastilla, la situación estaba muy caliente. Leopoldo de Austria les insistía para que huyeran y al final Louis XVI puso fecha: el 12 de Junio. Durante esa semana, los sirvientes empezaron a escapar discretamente, y por falta de ayuda en la logística, tuvieron que retrasar la salida una semana, hasta el 19. Pero el 19 era domingo, y Louis XVI quiso esperar hasta el lunes para marchar. Así que al final el plan quedó así: saldrían el lunes a la media noche

Pero el plan de escape falló, la familia real entera fue recapturada, y lo que siguió fueron unos meses bastante duros para la pareja y sus hijos. Fresen visitó a la reina por última vez el 21 de Febrero de 1792, y se fue llevándose a Odin, el perrito, que para ese entonces ya no tenía un pollo al día para comer.

Y así pasaron muchos meses de más o menos malos tratos, donde la familia real trató de llevar una vida «completamente normal» Todavía tenían comida y sirvientes, pero no lo pasaban nada bien con los constantes insultos de quienes los rodeaban.

Y bueno, un día cualquiera estaban los reyes jugando a las cartas en el segundo piso, cuand vieron una cabeza ensartada en una pica asomar por los cristales de la ventana. Era la cabeza de Madame de Lamballe, dama muy cercana a la reina. Marie Antoinette, como sería natural, se desmayó y la multitud enfurecida empezó a acampar en los patios. Los reyes siguieron con su rutina de prisioneros, pues nada podían hacer.

El 16 de Enero de 1793 Louis XVI fue hallado culpable de terribles crímenes y tuvo que despedirse de su familia. No quiso decirle a Marie Antoinette para donde iba, así que le prometió estar en la casa al día siguiente a las 7 AM. Por supuesto nunca se presentó, y lo único que Marie Antoinette supo fue que había sido ejecutado la noche anterior.

Y así dejamos a Marie Antoinette por el momento, viuda, prisionera, y asustada. Ahora que no está el Rey, ¿Qué más podrá hacer para defenderse a ella y a su familia? Ya lo veremos en la próxima entrada.

(*) Fraser, A. 2002.Marie Antoinette: The Journe. Weidenfeld & Nicolson