¡Hola amigos del blog!
Esta semana vimos a la reina aparecer un par de veces. Una para visitar un pueblo pesquero, y la otra para entregar un premio. Gracias LINA por el enlace a las fotos del premio.
Comentemos las dos apariciones de su majestad:
Primer acto: Visita al Concello de Burela (Lugo)
Según la Casa Real «Sus Majestades los Reyes han realizado una visita al Concello de Burela (Lugo), un pueblo marinero por excelencia, con una fuerte tradición pesquera y una economía basada en la pesca, con sus orígenes en el siglo XVI a través de la actividad ballenera.»
Letizia lució su socorrido pantalón negro, y una camiseta sencilla, con rayitas, que quizá quería dar un guiño marinero. El pelo iba aceptable, y por supuesto ninguna joya, pero es que tampoco lucirían con esa camisetilla y ese cinturoncillo.
Segundo acto: Entrega de los Premios Internacionales “Rey de España” de Periodismo 2025
La Casa Real dice «Sus Majestades los Reyes entregaron los Premios Internacionales “Rey de España” de Periodismo 2025 que, en esta ocasión, han reconocido la lucha por la libertad de prensa en Nicaragua (La Prensa) y Venezuela (plataforma periodística CONNECTAS); el valor del periodismo transfronterizo; la mirada a los desprotegidos en Brasil; la figura de mujer moderna de la primera santa argentina y la investigación del agua contaminada en España.»
La reina se puso un mono negro, muy sencillo, ajustado a la mitad del cuerpo sin necesidad de cinturón (¡Sí se puede!) Yo creo que iba elegante, y adecuada, con unos zapatos dorados bonitos, y un brazalete también muy lujoso. El peinado también me parece que iba bien. No como para echar cohetes, pero le doy el aprobado.
Tercer acto: Clausura del Curso académico 2024/2025 del Colegio de Europa
De acuerdo con la Casa Real «Sus Majestades los Reyes asistieron al acto de clausura del Curso académico 2024/2025 del Colegio de Europa, con ocasión de la celebración de su 75º aniversario»
Doña Letizia lució un vestido azul bebé bastante mejor que lo que usualmente se pone para acompañar a Felipe.
En los muchos años que lleva de reina, se ve que no le han enseñado que no es elegante pararse con el cuerpo torcido, como si modelara el traje. Quizá tiene problemas de movilidad, o dolores, pero elegante no parece. No vi muchas joyas y en este caso si habría sido bonito verlas. El vestido no desmerecería un broche o una gargantilla o algo que la distinga de las demás personas, que no son reinas.
Un nacimiento buscado y esperado
En el primer capítulo del libro sobre Marie Antoniette (*) la autora nos cuenta del nacimiento de la pequeña archiduquesa. Nos revela un dato muy interesante: siendo el decimo-quinto embarazo de la emperatriz Maria Teresa, era una niña deseada y esperada por su madre, tristemente no porque quisiera dar amor y nutrir a una nueva criatura para el mundo, sino porque necesitaba tantas fichas como pudiera para su ajedrez de conquistar el reino.
Maria Teresa necesitaba emparentar con la mayor cantidad de vecinos poderosos que fuera posible, y por eso necesitaba parir hijos para casarlos con algun príncipe o rey o noble o lo que fuera. No fue distinto con Marie Antoniette, que desde que nació ya estaba destinada a casarse con alguno que su madre decidiera.
Marie Antoniette nació el 2 de Noviembre de 1755. El día de todos los muertos, y por eso ella celebraba su cumpleaños los primeros, el día de todos los santos, para poder hacer más celebración y menos conmemoración. Los astros decían que la posición de Marte estaba muy cercana al ascenente en Cáncer, lo cual era extremadamente negativo con respecto a Saturno y la luna. Su madre ni tan siquiera se molestó en hacer una pausa en sus deberes de firmar documentos mientras hacía el trabajo de parto. Con tanta experiencia en partos, este no era más que otro día en la oficina. Tan pronto nació Marie, se la pasó a la nana de leche, para seguir con sus ocupaciones. De todos modos, en lo que se refería a cuidar y alimentar a la niña, las grandes damas «no hacían esas cosas» La nana se llamaba Constance Weber, y por cuidar de la pequeña, la familia Weber tuvo una pensión que duró muchos años.
El mismo día de su nacimiento, hubo un terremoto en Lisboa, en el que murieron como 30,000 personas, pero como en esa época no había Internet, en Austria no se enteraron, y el Rey de Portugal y su esposa siguieron figurando como los felices padrinos de bautizo de la niña. En aquellos tiempos se bautizaba a los recien nacidos casi inmediatamente porque se temía que con la alta probabilidad de mortalidad, la almita se fuera sin bautizar. Y que los padrinos no estuvieran físicamente no era problema, pues existían los «proxies» o personas que ejercían la funcion en representación de ellos. En este caso los apoderados fueron los hermanos de la bebita, Joseph y Marianne. Al igual que en España todos los miembros de la familia real parecen llamarse «de todos los santos» en Austria todas las chicas se llamaban «María» en honor a la Vírgen de los católicos. Por eso aunque se llamó Maria Antonia y se complementó Josepha Joanna, en la familia todos la llamaban Antoine.
El hecho de afrancesar el nombre de la bebita se debía a que el Francés estaba considerado el idioma de las cortes. De hecho Francis Stephen, el emperador de Austria, marido de Maria Teresa y padre de Marie Antoniette nunca se molestó an aprender ningún otro idioma, y solo hablaba Francés. Es por él que la niña tenía mucha sangre francesa, pues Francis descendía de aquella estirpe. Marie Antoniette creció pensando que además de archiduquesa de Austria, podía también llamarse «princesa de Lorraine,» lo cual le daría estatus de Princesa Extranjera, que no era ni siquiera tan respetable como el de duquesa en Francia.
En aquella casa les encantaban los lujos estravagantes. Por ejemplo les gustaba mucho hacer fiestas de caza. En alguna ocasión, veintitres participantes acribillaron 50,000 pavos y algunos ciervos y la princesita Charlotte disparó 9,000 tiros ella solita. Esos placeres gustan mucho en aquellos círculos sociales. También se dedicaban a casarse entre ellos. Por eso la pequeña archiduquesa estaba emparentada con los Borbones de la rama de orleans, la Reina Maria de Escocia, y algunos nobles alemanes. También traía sangre de los Hasburgo, por parte de su abuelo, Carlos VI
Cuando murió Carlos VI, la guerra por la sucesión fue muy sangrienta, pero Maria Teresa consiguió mantener el trono y el control sobre casi todo el territorio que había heredado. Cuando Maria Antoniette nació, Maria Teresa estaba en lo más alto de su gloria. No pudo haber escogido mejor momento para venir al mundo, aunque los astros dijeran lo contrario.
Seis meses después del nacimiento, se produjo el Tratado de Versalles, en el que Francia y Austria se unieron en contra de Prusia. Maria Teresa odiaba a Frederick II de Prusia, porque consideraba que este le había robado el territorio de Silesia y cuando ella protestó llamándolo «monstruo demoniaco» el simplemente envió un sermón religioso citando un texto de San Pablo: «Dejen que las mujeres aprendan en silencio» Se ve que no había organizaciones feministas por aquellos años.
Francia estaba considerada en Austria como un pais de gente frívola de mentes livianas. Maria Antoniette creció pensando así de ese país. La repartición de las hijas estaba más o menos ya pensada: Una iría para el rey Fernando de Nápoles, otra para Ferdinando de Palma y otra más para algún príncipe francés. Lo que por el momento no se sabía era cuál le correspondería a cada cual. Ya se vería. Era así como se arreglaban los matrimonios por aquellos tiempos, y las cosas visto lo visto no salian ni mejor ni peor que ahora, que cada cual hace lo que quiere.
Ya veremos cómo sigue la historia de esta pequeña niña, que desde su nacimiento, ya tenía un destino marcado, elegido para ella por otras personas. Todo tan distinto a lo que vivimos nosotros, o tan parecido a lo que vive la Princesita Leonor, que desde que nació ya tenía su trabajo asegurado -lo quisiera o no.
¡Saludos y hasta la próxima!
(*) Fraser, A. 2002.Marie Antoinette: The Journe. Weidenfeld & Nicolson








No disasters this week. The queens outfits were all simple and elegant, though not particularly regal. I was pleasantly surprised that she did not wear a belt with the black jumpsuit. Personally, though, I think the idea of a monarch appearing in a jumpsuit at all went out in 1979.
Interesting bit of history on Marie Antoinette. I think it’s important to understand the backstory, the world in which historical figures lived, in order to have any grasp of why they acted the way they did. I’m sure that many people believe she just waltzed onto the scene to say «Let them eat cake» (which she did NOT actually say) before being beheaded. Thanks for the lesson, Agnola!
Skunks eat my dinner!
Hola chicas
La ropa que eligió está semana es bastante simple, también me hubiera gustado verla lucir alguna que otra joya.
El vestido lila no me convence para nada 🤔
Hay fotos de la entrega de premios en Madrid, me gusta lo que llevó.
https://www.newmyroyals.com/2025/06/queen-letizia-of-spain-attends.html
A la señora que la acompaña en la primera foto la veo muy elegante
Qué libertad más ridícula tomáis en este blog venido a menos a la hora de comentar los looks de la Reina. Irradiáis clasismo y falta de gusto por todas partes. Habláis con la potestad autoregalada de quien cree que entiende de moda cuando realmente los comentarios que se hacen en cada entrada y en los comentarios no pueden ser más simplistas y ridículos.
Seguramente no se publique este mensaje, pero ahí queda.
Dado que vivemos em liberdade, todas as opiniões são válidas, desde que expressas com educação. Este blog já existe há muito tempo e tem os seus leitores fiéis, bem todos comentam mas gostam de o seguir, pelo que é importante para os seus seguidores. Agradeço mais uma vez a Agnola por não o deixar morrer e continuarei a dar a minha opinião quando assim o entender e de acordo com os meus critérios de moda, elegância e saber estar. Todos os que acham o Al Rescate de Letizia, ridículo e sem interesse, apenas tem que fazer o esforço de não acederem e não o lerem. Assim tão simples…
No hay quien lea ya este blog.
Excepto yo, que me tomo el trabajo de escribir dos veces en el.
Lo leo completito, de principio a fin.
Y me encanta.