Letizia en audiencias, Letizia en actos, y la IA requiere medidas de seguridad.

¡Hola mis queridas ardillitas!

Otra semana de trabajo. Facilito para nosotros, y durísimo para la reina Letizia, que tuvo tres audiencia en un día (la pobre) y hubo de acompañar a su marido a una ceremonia. Ah, también estuvo presente en un acto de proclamación. Roguemos que nunca llegue el día que de tanto trabajar, se nos desmorone al mejor estilo rulfiano «como un montón de piedras»

Primer acto: Dia del pueblo Gitano

Letizia y su marido fueron a conmemorar al pueblo gitano. Letizia lució un vestido llamativo pero recatado, muy largo y encotado. Me parece que el estampado le favorece la figura porque le da algo de volumen. Asi como que muy contenta no se la veía, pero supongo que no era un acto que requiriera mayor esfuerzo para poner buena cara.

Segundo acto: Audiencias en Palacio

Letizia recibió a tres diferentes grupos en audiencias, luciendo una blusa de manga ancha que le hemos visto antes en combinaciones mucho más afortunadas, con unos pantalones también anchos y unos zapatos que me parecen muy bonitos, pero que junto con las otras dos prendas, parecían, mas que una combinación, una conspiración para destruirla.

Una vez más, la señora a su lado se veía mucho mejor, aunque tampoco como para echar cohetes, pero dejémosla tranquila, que ella solo se representa a sí misma y lo hizo muchísimo mejor que otra que yo me sé, que supuestamente representa a todas las españolas.

Tercer acto: Proclamación de un premio

Letizia ha viajado a un sitio donde se hizo rodear de chiquitines que le dieron un poco de frescura a su imagen. Se presentó con un traje sastre bastante elegante, unos botines cómodos que complementaban muy bien el sastre, y por desgracia un poco afortunado top lencero, que la hizo ver como que se hubiera puesto la chaqueta sobre el camisón de dormir. Sin embargo el pelo lo llevaba muy bien arreglado, y se le veía mucho más amable el gesto. Se ve que le gustan los niños.

En los tres actos faltaron joyas y accesorios, pero ya sabemos que ese no es el fuerte de nuesra protagonista.

Inteligencia artificial: La seguridad es primero

En el capítulo del libro que estamos leyendo(*) vuelven a aparecer Zak Kohane y Peter Lee para hablarnos ahora de la importancia de la seguridad de nuestros datos, especialmente la información sobre nuestra salud, y la utilización de la Inteligencia Artificial.

Lo primero que dicen es que la legislación es siempre demasiado lenta, y cuando se regulan las herramientas, ya la brecha de información es muy grande. Pero también dicen que los que se encargan de hacer las leyes para regular el uso de la IA deben de tener en cuenta que la filosofía de la herramienta es que esté abierta y disponible para todos.

También dicen que la IA como la conocemos ahora ya tiene muchas iteraciones de desarrollo. En otras palabras, la tecnología no es nueva, aunque apenas nos estemos enterando sobre ella. Ya la FDA (organismo de regulacion de drogas en los EEUU) ha aprobado cientos de herramientas que son aumentadas con IA, y la UE, China, Australia y el resto del mundo no se están quedando atrás.

Pensadores como John Halamka han creado organismos para abocar por una IA transparente y justa, que no se alimente exclusivamente de unas fuentes, eliminando otras. Por ejemplo, que no se le introduzcan solo artículos publicados en PubMed, por decir algo, sino que también otras publicaciones puedan alimentarse en sus bancos de datos.

También es necesario considerar los conflictos de intereses. Por ejemplo, si se le pregunta a una IA cuál es el tratamiento más adecuado para cierta condición, y la IA ya está entrenada para ahorrar la mayor cantidad de dinero posible, es probable que la respuesta vaya a ser sugerir los tratamientos más baratos, en lugar de otros más costosos, que pudieran tener mayor éxito. ¿Quién va a decidir cómo entrenar a estos sistemas? ¿Podremos confiar en que al final van a colaborar con los doctores de la mejor manera posible, con miras al bienestar y la salud de los pacientes, y no pensando solo en ahorrar recursos?

Finalmente, los autores dejan claras tres ideas acerca de la regulación de la IA aplicadas a la salud: 1. Que las regulaciones que existen actualmente no son aplicables y que hay que crear nuevas. 2. Que si se va a querer usar algún sistema de los que ya existen, deben usarse los que hay para seres humanos en lugar de aquellos para máquinas, porque la IA es similar a los humanos. Y 3. Que la comunidad médica debe ponerse las pilas inmediatamente para crear regulaciones para estas máquinas que se nos están viniendo encima como una invasión.

Bien, amigos. Eso es todo por hoy. Espero encontrarlos aquí la próxima semana. Ya nos quedan pocos capítulos de este libro tan interesante. Gracias por leer y comentar.

(*) Lee, P. 2023. The AI Revolution in Medicine. Pearson

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