Hola amigos. Esta semana la Reina nos ha regalado tres apariciones, con diferentes atuendos, siempre en su línea. Seguimos también leyendo sobre la minería del cobalto en el Congo, a ver qué nos cuenta el primer capítulo del libro.
Letizia visita a Leonor en Panamá
La reina estuvo en Panamá visitando a su hija que anda en viaje de entrenamiento. Apareció en dos ocasiones distintas: en una recepción en el barco, usando un traje rojo que dejaba sus brazos al aire, cosa que a mí nunca me ha parecido que sea compatible con su fisonomía, y en la otra ocasión usó un conjunto de top y pantalón blanco bastante sencillo. La foto donde se abraza con su hija es muy bonita.

Aquí con el vestido rojo bastante escotado, mostrando mucha más piel de la que corresponde por cargo y edad, pero ese es su estilo.

Aquí abrazando a su hija, luciendo un sencillo atuendo de pantalón y top blancos.
Letizia visita una feria de libros
En la web de la Casa Real destacan la visita de la Reina a la feria de libros permanentes. No entiendo muy bien qué son los libros permanentes, pero me imagino que los guardan en algún sitio especial donde los mantienen en sus puestos de manera permanente.
Nuestra protagonista se puso algo bastante extraño: una camisola de cuadritos sobre un socorrido conjunto negro.
A mí me pareció como un híbrido entre una bata de laboratorio y una bata de casa. Además le estaba tan grandote que se perdía en él. Los zapatos sí que me gustaron. Me encanta ese tacón que está muy cómodo y práctico. Nada de joyas, accesorios, o algo que demostrara que era la representante de la majestad del reino. Nada. Se ve que eso de hacer su trabajo de representación no va mucho con su estilo

Riqueza inimaginable
El primer capítulo del libro que estamos leyendo (*) abre con una cita de Joseph Conrad (famoso escritor inglés) en una carta a Roger Casement (prestigioso diplomático del mismo país) diciendo algo así como que las mentiras que se cuentan son tan grandes y tan atroces, que si no fueran tan terribles, el ver como se ha logrado construir algo tan completamente falso, sería incluso admirable.
La ciudad de Kolwezi, en la República Democrática del Congo está rodeada de las tres cuartas partes de yacimientos naturales de cobalto, que se encuentran cerca de la superficie de la tierra. Cualquiera que tenga una pala, puede extraer el mineral y venderlo al menudeo. Por supuesto hay grupos élite que se apropian de los territorios, guerras, violencia, ricos abusivos y pobres explotados, como en cualquier territorio que tenga la contradictoria desgracia de ser rico en recursos naturales.
Durante toda su historia, el Congo ha sido bendecido/maldecido con «riquezas inimaginables» tales como marfil que fue explotado en 1880 para hacer pianos, dientes, y esculturas. Aceite de palma, explotado en 1880-90 usado para hacer jabon. Cobre, aluminio, plata y níquel para la industrializacioón de 1910+. Diamantes y oro para riquezas (toda la vida), uranio para bombas nucleares (1945), tantalio y tungsteno para microprocesadores (2000+) y ahora cobalto para las baterías recargables.
Y sin embargo, el Congo nunca ha podido salir de un profundo subdesarrollo, con sus gentes viviendo en una pobreza extrema, difícil de imaginar para nosotros, que vivimos a años luz de ellos.
Los políticos congoleses, por su lado (dice el libro) se hacen más escandalosamente adinerados en cada generación. Y el deseo de pertenecer a ese club ha hecho que no haya habido una sola transición de poder sin derramamiento de sangre desde 1960.
Aquí el autor del libro toma, a mi parecer, un riesgo demasiado pronto, culpando de todo a las grandes compañías internacionales, y a la demanda por los minerales, concretamente el cobalto. Luego sentencia que las soluciones a este problema solo pueden empezar a ese nivel, en las corporaciones. Yo creo que ese aspecto no es tan sencillo como el lo pinta, pero habrá que seguir leyendo para enterarnos.
Ahora el autor nos dice que nos va a llevar a un viaje por El Congo, empezando en una aldea llamada Lubumbashi y de ahí hasta las minas de cobalto. A ver qué nos cuenta la próxima vez que abramos este libro.
Por ahora me despido, y espero que esteis tan ilusionados como yo por hacer ese viaje por tierras exoticas y calientes.
¡Saludos y hasta la próxima!
(*) Kara, S. 2023.Cobalt Red: How the blood of the Congo powers our lives. Pearson
I don’t think the sleeveless look works very well for the queen. It’s not a bad dress, but her ropy muscles always make it look as if she showed up hoping to wrestle someone.
But that is nothing compared to the book fair disaster! That coat looks like it is made out of a shower curtain! The way that it hangs and resists bending at the elbow suggests the rigidity of vinyl. In fact, the more I look at it, the more it seems to resemble a child’s raincoat…
Sadly, it seems as if the Congolese of today are every bit as exploited as they were when Joseph Conrad wrote his famous novel of ivory trading in the Belgian Congo. I completely agree that it is short-sighted to lay the blame on international corporations; in fact, it is downright lazy. The solution must begin with the government of the Congo. Corporations exist to make a profit, and governments SHOULD exist to look out for the welfare of the nation’s people. However, in this perverse situation, it seems as if the government is turning a blind eye to the suffering of its people in order to make a profit, and people such as the author are blaming the corporations for not taking care of the people. What sort of backward thinking is that? I see the government officials who enable, and in fact incentivize, this atrocious situation as the true plunderers; they are selling out their own people for personal wealth. Sadly, I do not see relief for the suffering Congolese people any time soon.
Woof!
Hola!
La reina visitó una feria de libros permanente, es decir, estable, fija, no temporal, situada en la calle madrileña conocida como Cuesta de Moyano ( porque está en cuesta y dedicada al político Claudio Moyano). En Madrid existen otras ferias de libros que son temporales (se instalan en el Parque del Retiro y el Paseo de Recoletos, y duran varias semanas, en primavera). La reina visita siempre la del Retiro.
La de la Cuesta de Moyano ha cumplido cien años en 2025, y es muy popular, es un mercadillo de libros antiguos y de ocasión. De ahí la visita de Letizia.
Gracias por permitirme esta extensa aclaración sobre la feria o mercadillo donde se tomaron las fotos. Lo he hecho pensando en quienes no conocéis estás tradicionales ferias de libros madrileñas.
Saludos 🙋
La gabardina de cuadros Vichy la llevó en 2021 la duquesa de Huéscar, Sofía Palazuelo. Es de la firma española Mirto.
Os dejo enlace para ver unas fotos:
https://www.europapress.es/chance/gente/noticia-sofia-palazuelo-renueva-hogar-llegada-hija-rosario-20201027105443.html
Hola Joana 2 –
Sí, gracias por explicar. En la página web de la CR ya lo han arreglado, porque cuando yo la consulté ponía «Feria de libros permanentes» así, en plural y parecía que el adjetivo se refería a los libros y no a la feria. Como lo ponen ahora tiene mucho más sentido y es exactamente como lo explicas tu.
Hola chicas
Aquí Letizia en el acto del día de la Cruz Roja , en Murcia.
https://www.newmyroyals.com/2025/05/queen-letizia-attends-2025-world-red.html
Buenos días, chicas.
El fracaso estilístico es de campeonato.
Hace tiempo acertaba alguna vez, pero ahora no da una.
Desinterés y desubicación son las notas que la caracterizan.
Quizás presentando las noticias estuviera apropiada, tal vez, pero como reina no da la talla.
Toda la razon. Ultimamente va siempre mal. Todo grande, sin estilo, sin complementos, con ese pelo que le hace cara de malefica. Un desastre
Olá a todas,
Sempre sem vestir o cargo, parece uma qualquer senhora anónima e nunca a Rainha Consorte de Espanha.