Muy buenas a todos los lectores del blog. Seguimos observando a la Reina de España y sus particulares selecciones estilísticas, mientras también leemos un poquitito de historia pasada y contemporánea.
Esta semana Letizia ha sido vista en tres ocasiones. Una en un pueblo llamado Guadalupe, en Cáceres, la otra en otra feria del libro, y la última en un evento de ciencia.
Veamos qué se puede rescatar de lo que ha decidido lucir.
Primer acto: Visita de Sus Majestades los Reyes a la localidad de Guadalupe, en Cáceres
Según el Youtube de la Casa Real, «Don Felipe y Doña Letizia recorren la localidad cacereña de Guadalupe, un enclave histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993, en una jornada marcada por el encuentro con las instituciones locales, los mayores y el emblemático Real Monasterio de Santa María de Guadalupe.»
Pues bien, para esta visita, doña Letizia se apareció con un traje muy bonito de campesina, complementado con unas alpargatas. Se conoce que habrá de considerar el pueblecito bastante sencillo, puesto que lo que se puso la hace lucir como cualquier cosa menos la reina de un reino. Así no se representa a la Corona. Hay que vestirse elegante, usar alguna joya, demostrar que se tiene respeto por la institución; y si no es el caso, delegar ese trabajo en alguien que sí quiera desempeñarlo.
En la forma de caminar, de dejar caer los brazos, de echar los hombros hacia delante, hasta en su cabellera desmayada se nota que le encantaría estar en otro sitio.
Segundo acto: Final nacional del certamen iberoamericano de monólogos científicos “Solo de Ciencia”
La Reina se presentó en este acto con un conjunto que a mí me parece le favorecía mucho la figura. Le alargaba las piernas, le hacía cintura, y el detalle de los zapatos terminados en punta la hacían lucir elegante. Como siempre, faltaron joyas.
Me parece que iba bastante elegante. Me pregunto si habría allí algún millonario con el que quisiera congraciarse.
Tercer acto: Inauguración de la 84ª edición de la Feria del Libro de Madrid
La Reina ha visitado otra feria del libro. ¿No estuvo en una hará un par de semanas? En esta ocasión lució un sencillo traje blanco como el que cualquiera de nosotras se pondría para andar por casa, o alguna de nuestras antepasadas para bajar al río a lavar la ropa.
Lo complementó con unos sencillisimos zapatos blancos que seguramente servirían para los mismos propósitos del párrafo anterior, y por supuesto no se molestó en llevar ninguna joya que demostrara su posición como representante de la Corona. Favor que le hizo esta vez a las joyas pues con ese vestido no pega ninguna de las que habitan en el cofre real.
La inercia de la historia es bastante pesada
Continúa el libro sobre la explotación del cobalto en El Congo (*) y esta vez hace una reflexión sobre la historia de ese país. Cuenta algunas anécdotas interesantes, como que cuando se inventaron las baterías, algunos europeos cargaban esas bromas en las que al estrechar la mano de alguien se le pasa corriente, y llegaban adonde los nativos de El Congo y les estrechaban la mano dándoles un toque. Los nativos se creían que los blancos tenían poderes especiales, y con esa ventaja se comenzaban las negociaciones. Desde hace muchos siglos se ha negociado con los nativos con ventaja; y llevan generaciones naciendo en esa situación.
Hay también algunas descripciones de la forma como se conseguía que la población colaborara con la minería, por ejemplo del cobre: el ejército secuestraba a las esposas y los hijos de los hombres, y les imponía unas cuotas de producción. Si al volver por la noche algún hombre no cumplía con la cuota, iban cortando partes del cuerpo de los familiares, de modo que los hombres siempre tenían incentivo para ser productivos; de otra forma sus hijos y mujeres eran mutilados poco a poco.
Terribles prácticas como esa y otras peores, consiguieron que con el paso de los siglos ese país esté naturalmente inclinado a ser sometido. Las personas allí están predispuestas a ser explotadas, esclavizadas y abusadas. Sus gobiernos han sido diseñados para despreciar al propio pueblo y servir a los intereses extranjeros a cambio de que unos pocos se beneficien exageradamente. La historia fue escrita así, y ahora su inercia es tan pesada, que parece imposible que las cosas pudieran tomar otro rumbo, a menos que la tierra misma dejase de ser tan rica.
Finalmente, el autor hace un resumen de la historia reciente de El Congo desde su independencia en 1960. Primero un líder llamado Lumumba trató de tomar control de la minería y poner sistemas más justos para la gente, pero fue prontamente traicionado por su gran «amigo» Mobutu, que con ayuda de las Naciones Unidas y otros organismos lo secuestró, luego hizo quién sabe qué con él, pues de todo su cuerpo solo se conserva un diente que se guardó como recuerdo. Se ve que el amigo le tenía cariño.
Mobuto gobernó por más de treinta años, haciendose él y su familia fabulosamente adinerados en el proceso. Luego, cuando envejeció, se retiró tranquilamente a Marruecos donde eventaualmente se murió de viejo. A Mobuto lo sucedió Kabila, que también se dedicó a hacerse fabulosamente rico mientras pudo, pero se puso a pelear con los vecinos y lo mató uno de sus guardaespaldas. Esa parte se llama «La gran guerra de Africa» y fue la época (estamos hablando de 1998 o por ahí) en que murieron cinco millones de civiles en las hostilidades.
A Kabila lo sucedió su hijo, que trató de poner órden con algunos acuerdos de minería, pero Rwanda y Uganda ya habían invadido unas minas muy valiosas, así que a Kabila no le quedó más remedio que concentrarse en katanga. Allí logró ganar unos cuantos denarios, pero al no serle suficiente, se quedó en el poder un par de años más aduciendo que no había habido elecciones. Finalmente su títere Tshisekedi tomó el poder en 2019 en la que fue historicamente la primera transición pacífica del poder en el país.
Bueno, pues parece que según el autor de este libro, Tshisekedi lo está intentando para salirse de los contratos terribles que hizo Kabila con China para asegurarse más riqueza. El libro termina su historia aquí, pero yo he consultado Google y dicen que Tshisekedi fue reelegido en 2023. Al autor del libro parece que le gusta este presidente.
Los próximos dos capítulos cuentan más sobre las difíciles condiciones de la minería artesanal. Finalmente, el capítulo 7, que leeremos la próxima vez, promete contar toda la verdad. Veremos.
Muchas gracias por leer hasta aquí. ¡Saludos y hasta la próxima!
(*) Kara, S. 2023.Cobalt Red: How the blood of the Congo powers our lives. Pearson
Buenos días a tod@s.
Agnola, muchas gracias por tu esfuerzo, que siempre es doble. Primero por tu disposición a mantener el blog, y segundo por lo difícil que te lo pone la protagonista del mismo.
Tres apariciones públicas y tres fracasos, en mi opinión, en toda regla.
Los vestidos de la primera y última aparición son los dos primeros trapos que ha encontrado a mano. Las alpargatas que se puso en Cáceres no pueden ser menos estilosas, además de que le quedan enormes.
Y el atuendo negro de la entrega de premios es el mejor de los tres despropósitos, pero con el calor que hizo la semana pasada e ir de negro de la cabeza a los pies, es un NO rotundo.
No se ve ningún tipo de esfuerzo por su parte ni en vestuario, ni en complementos ni tan siquiera en el peinado. ¿Qué tipo de melena lleva?. ¿No hay nadie que le diga que sólo se le ve cabeza cuando se la ve llegar?.
Francamente, me siento defraudada y estafada con este personaje. No sé qué opinaréis las demás.
Un beso grande y de nuevo gracias.
Bom dia a todas e obrigada Agnola por manter o blog vivo. E uma pena que a Kiki não tenha nem um minuto para nos dizer alguma coisa. Não podia estar mais de acordo com Estrella, a Rainha sempre sem graça, sem classe, sem elegância. Os 2 vestidos e o calçado absolutamente olvidáveis, basta olhar para alguma das senhoras que a acompanham para ficarmos na dúvida de afinal quem é a Rainha? O conjunto preto apesar de vestir bem e ter estilo, de todo não me parece adequado à época do ano em que estamos… Enfim com tudo a que tem acesso, seria tão fácil vestir de acordo ao cargo que representa!
Buenas tardes a todas,
hace años que no escribo en el blog pero, considero que es el momento de volver a hacerlo, principalmente, para felicitar a @agnola, primero, por el esfuerzo que esto supone y, sobre todo, por tomar la decisión de mantenerlo, de tener la capacidad de poder hacerlo, ya que el nivel era, de todo, menos bajo, ¡Gracias y enhorabuena, @agnola!
En cuanto a los estilismos, ¡horror en Guadalupe! Veo demasiada tela por ahí… no sé, enorme, ¡desaliñado!
En cuanto al estilismo del certamen , opino lo mismo, le favorece pero, no me parece adecuado, ni por el color, ni por su rango…
El último, sin mas, todo dicho en los comentarios anteriores.
No sé si la habéis visto en el desfile de hoy, desde mi punto de vista, suma y sigue, el estilismo no llega, esas sandalias de lunes…
Besos 🏹
Yikes! Yes the dress that the queen wore to Guadalupe looks more like something one would wear on a shopping trip on a sunny day than what a queen would wear on an official visit. But what really seems strange to me is the shoes. Perhaps it’s just the way the camera caught them, but they look like they have cartoonishly thick soles – especially in the first picture.
The outfit she wore to the Scientific Competition seems very strange to me. Yes, it is flattering to her figure, but it looks like some kind of ’70’s disco jumpsuit.
I think the simple dress she wore to the Madrid Book Fair is the best look of the three. It is simple and elegant, but as Agnola pointed out, is nothing a sovereign should wear for an official function. It is pretty, but plain, and definitely NOT regal.
Such a tragic history of the succession of governments of the Congo which have failed so spectacularly to provide an environment of security and opportunity to the people, all while enriching themselves. Such corruption! It is sad to think that the people accept subjugation as their natural and inescapable condition, as that is all they have known for generations.
Los atuendos de doña Leticia como casi siempre muy fuera de tono. La reina necesita un estilista que le ayude a encontrar un mejor estilo que vaya con su figura y su estatus. La reina usa colores que no le favorecen, peinados que no van con su rostro, vestidos sin mangas que muestran unos brazos demasiado trabajados. Los eventos a los que debe asistir la reina son casi siempre para mostrarla como la persona que representa a la realeza de España y que por lo tanto con su presencia debe dar la mejor imagen, pero parece que ella no esta interesada en que esto sea asi.En casi todos los comentarios veo la incomformidad de los lectores del block con el comportamiento de doña Leticia. Saludes ardillitas y sigan comentando, porque a mi me escanta el block, y leer todos los comentarios, me entretiene muchisimo.