Letizia – Las arrugas reinan. Marie Antoinette – intimidades frente a todo el mundo.

Buenas, queridos aficionados a los atuendos de Letizia.

Gracias por seguir leyendo el blog. Sus mensajes significan mucho para mí. Sigo comunicandome con Kiki, que continúa teniendo complicaciones personales que le impiden sacar tiempo para escribir sus maravillosas entradas. Espero que algún día lo vuelva a tener. Por lo pronto, esta servidora es lo que hay, así que allá voy.

Esta semana Letizia apareció tres veces, dos de las cuales estuvo acompañada por sus co-reinas: las arrugas. Vamos a ver cada atuendo más en detalle.

Ceremonia de entrega de los “Premios Princesa de Girona” 2025

Sus Majestades los Reyes y Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y de Girona y la Infanta Doña Sofía presidieron la ceremonia de entrega de los “Premios Princesa de Girona 2025”, en sus distintas categorías. Pablo Sánchez, Manuel Bouzas, Andreu Dotti, Antoni Forner, Valentina Agudelo y Gabriela Asturias son los jóvenes reconocidos en esta edición de los Premios Princesa de Girona.

En esta ocasión, Letizia y sus hijas asistieron de riguroso negro; que es el color que por lo general se equipara con la elegancia. «Negro igual a elegante» parecen simplificar algunas mentalidades poco motivadas o poco creativas.

Letizia llevó un traje de pantalón de bota ancha con una chaqueta negra elegante que le ajustaba a su talla -¡por fin lo consiguió! Se ve que para ahorrar, las tres mujeres del Rey compran las telas por bobinas completas, pues todas llevaban sencillos tops de distintos cortes, pero las mismas texturas.

Ninguna de las tres lucía joyas que cantaran «reina» o «familia real» solo eran tres chicas normalitas. Letizia toda una asistente personal, Leonor una preciosa chica jovencísima, de ojos claros encantadores, sin más. Y Sofía, una concurrente más, anónima bonita y jóven, y pare de contar.

Reunión con el Consejo Asesor Joven de la Fundación Princesa de Girona y presentación de las conclusiones del último ejercicio

​Sus Majestades los Reyes, acompañados por Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y de Girona y la Infanta Doña Sofía participaron en la reunión con los miembros del Consejo Asesor Joven de la Fundación Princesa de Girona, en la que presentaron las conclusiones del trabajo del Consejo Asesor Joven de la Fundación Princesa De Girona.

Bien pues, una vez más comprobamos que por alguna razón en la Casa Real no está permitido planchar la ropa. Hasta el mismísimo Felipe tenía arrugas en las arrugas. El atuendo de la infanta estaba tan arrugado, que los bolsillos se le encaramaban hacia las mangas. Si las arrugas pesaran, la princesa caminaría con los brazos en el piso. Curiosamente, Letizia las disimulaba bien. Llevaba una chaqueta que le quedaba bien de talla, y las tres mujeres llevaban pantalón de bota ancha, lo que les lucía a las más altas, como es natural.

Encuentro y almuerzo con los patronos y nuevos premiados de la Fundación Princesa de Girona

Sus Majestades los Reyes y Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y de Girona y la Infanta Doña Sofía mantuvieron un encuentro con los patronos y nuevos premiados de la Fundación Princesa de Girona: Pablo Sánchez, Manuel Bouzas, Andreu Dotti, Antoni Forner, Valentina Agudelo y Gabriela Asturias, que son los jóvenes reconocidos en esta edición de los Premios Princesa de Girona.

Letizia repite un traje de chaqueta y pantalón algunas tallas más grandes, adornado con algunas arrugas y sin joyas, que al final no vienen al caso. Sorprendentemente, para sus estándares, no la veo tan mal presentada. Parece una funcionaria de mucho menos rango que una reina, cuyo trabajo es dirigir al grupo a algún destino determinado.

Marie Antoinette en bata frente a todo el mundo.

Marie Antoinette (*) y Louis XV tenían que irse a la cama rodeados por una multitud de personas que se habían ganado el derecho a estar allí, asistiendo como público a los reales apareamientos, ya fuera por derecho de sangre, o porque pagaban una buena suma por asistir. Resulta extraño que las personas que creemos tienen mucho poder y privilegios, en realidad resulten tener tan poca libertad como que no pueden siquiera tener un momento de privacidad, pues cualquiera con suficiente dinero puede andar metiendo las narices en sus asuntos íntimos.

La seguridad en Versalles era casi inexistente. Los guardias y sus perros no daban abasto para contener un constante torrente de vagabundos y mujeres del común que exigían hablar con lor reyes, o simplemente visitar sus habitaciones. Por eso Marie Antoniette rápidamente aprendió que era mejor estar siempre rodeada de todos aquellos nobles o ricos que querían asistir a su vida privada, en lugar de quedarse sola y correr el riesgo de ser confrontada por alguien de más baja condición.

En cartas a su madre, la delfina describe su rutina: «A las once me arreglan el pelo, al medio día todo el mundo entra. Me pongo la bata y me lavo las manos en frente de todo el mundo. Después se van los caballeros y las damas que quedan para que yo me vista en frente de todas ellas. Luego viene la misa con el rey o el delfín y después de la misa, comemos juntos en frente de todo el mundo.»

El maquillaje era un proyecto: había que envolverse en una capa para poder empolvarse el cabello y la cara por completo, con unos polvos cuyo aroma característico se sentía por todos los sitios. Luego había que aplicarse rubor en las mejillas, pero no un poco sino dos círculos rojos bien notorios. A los ojos de los alemanes que la veían, Marie Antoinette se veía ridícula, pero ante los franceses esa era la usanza. Los polvos de rubor eran carísimos, y los pobres usaban vino para pintarse las mejillas de ese rojo intenso requerido por los cánones de belleza del momento.

Cada mes, la chica tenía que mandarle a su madre un reporte de actividades, pero esto en realidad no era necesario, porque a sus espaldas, Maria Teresa recibía decenas de reportes sobre cada pequeña cosita que la niña hacía o dejaba de hacer, y no ahorraba tinta en reprocharla, regañarla, y quejarse de lo mala hija que era. Todo eso porque a sus 14 años había sido incapaz de despertar el interés sexual de su esposo. Maria Teresa le escribía a su hija «Acarícialo, tócalo, enciéndele la pasión que necesitamos un heredero ya». La pobre Marie Antoinette no hallaba qué hacer, y su esposo estaba más interesado en comer y cazar que en las actividades del dormitorio. Así que a pesar de que la total apatía del delfín jugaba un papel importante en la falta de herederos, sin contar con la cortísima edad de su esposa, toda la culpa y la presión caían sobre la niña.

Y así dejamos por ahora a Marie Antoinette, con el mundo entero por testigo de todos sus pasos, hasta los más íntimos y personales. Esos sí que eran tiempos duros para los nobles, no como ahora que ya pronto se van a sus misteriosas vacaciones privadas donde no los molesta ni dior. Nos vemos la próxima semana con un capítulo más de la vida de esta fascinante y desgraciada chica.

¡Saludos y hasta la próxima!

(*) Fraser, A. 2002.Marie Antoinette: The Journe. Weidenfeld & Nicolson

6 comentarios en «Letizia – Las arrugas reinan. Marie Antoinette – intimidades frente a todo el mundo.»

  1. 1
    Blue Monster says:

    The queen and her daughters all looked very elegant, if monochromatic, at the Princess of Girona Awards Ceremony. Though the royal jewels were perhaps under-represented, I thought that they presented a more regal image than usual. Hopefully it will become a trend.

    Not sure what was going on with outbreak of wrinkles that occurred afterward at the meeting and lunch. Only Letizia seemed unaffected. Perhaps she developed a natural immunity after suffering that attack with the giant green jacket a few weeks ago.

    My goodness, Marie Antoinette had no privacy at all! How strange to think that some of the most powerful people in Europe at that time could not ever enjoy even a little time to themselves, which sure every peasant took for granted. And how stranger still that such lives were envied?

  2. 2
    Squinty and Trouble Cat says:

    Nobody gave us dinner yesterday! We waited all night! Meow!

  3. 3
    Ana Maria says:

    Los vestidos de los reyes y sus hijas me parecen muy bonitos y modernos. Para mi gusto se veian realmente bien, ecepto como lo dice Agnola por las telas que tienen ese defecto de arrugarse demasiado. En la calidad de los tejidos es donde no se han fijado los que confeccionan estos atuendos para la familia real.
    La familia real es realmente hermosa, tanto el rey como la reina y sus dos niñas lucen maravillosos.

  4. 4
    Anónimo says:

    La vida de la realeza es muy poco feliz , ahora y en tiempos pasados. Hay que ver los escandalos que les inventan, o que les encuentran, y cuando esto pasa, ni siquiera se pueden defender, porque todo lo que digan o hagan sera tomado en su contra. Silencio absoluto para callar a todo el que los ataca. Su vida es muy pero muy dificil. La pobre Marie Antoinette era solo una niña y con un destino tan horrible como el de estar casada a una edad tan temprana. Muy interesante el libro y me encanta seguirlo. Me gusta mucho enterarme de tantas cosas y leerlas aqui es un placer. Saludos para todas las ardillitas.

  5. 5
    Anónimo says:

    Marie Antoinette tenia un maquillaje que en la epoca era lo que se usaba. Ahora hay mujeres jovenes, de mediana edad y muy mayores con labios enormes, pestañas postizas ridiculas , capas de maquillaje y uñas que parecen sacadas de cuentos de horror. Yo pienso que la Marie Antoinette se veia mucho mejor de lo que vemos ahora. En el caso Doña Leticia y sus niñas son muy delicadas con su maquillaje . Saludos ardillitas.

  6. 6
    Analia says:

    Hola a todas !

    Dicen que la razón de tantas arrugas es el lino…sera? No le suma estilo este genero. Todo cuestionable y muy desabrido.
    Maria Antonietta atrapada en la famosa » jaula de oro» . Una vida complicada …