«Todo acabo
siniestro total del corazón
fue un choque frontal en el salón
con daños a terceros»
Miguel Ríos
La paz es posible, pero está carísima
En la parte final del libro sobre Nicholas y Alexandra, Massie nos cuenta que el tsar y su esposa fueron hechos prisioneros en Tstsarskoe selo «por su propia seguridad». Mientras tanto en Moscú se firmaba un acuerdo de paz con los alemanes. Un acuerdo tan humillante para Rusia que se dice que uno de los soldados que lo presenció se suicidó de un tiro después de la reunión.
Pero si de humillaciones se trataba, la familia imperial estaba recibiendo una buena cantidad de ellas: Primero, desde Moscú se abrió una investigación en contra de Alexandra por sus vínculos con Alemania. La investigación se cerró sin resultados, pero mientras tanto la emperatriz fue tratada como una vulgar prisionera, maltratada por sus carceleros que aunque le permitían estar en su casa, le prohibían todo lo demás. Sus cuidadores decidían cuando podía levantarse, abrir la ventana, comer, hablar, etc. Y sólo se le permitía hablar en ruso.
Al poco tiempo de estar todos en la casa atrapados, llegó de visita Kerensky; a supervisar la situación de la familia. Lo irónico es que este participante de la revolución, creyente en la austeridad y en compartir la riqueza con el pueblo, llegó a la casa en uno de los vehículos del tsar, conducido por el conductor del tsar. Kerensky le notificó a la familia que serían trasladados «por su seguridad»
De un lado a otro
Así empezaron los traslados y las separaciones. Primero se los llevaron hacia Siberia. En el trayecto la emperatriz pudo ver el pueblo natal de Rasputín, y desde el tren la familia pudo observar la casa del monje; inconfundible por sus dos pisos y el lujo que destacaba en aquel pueblecillo. Se cumplió así una de las profecías del starets, que les aseguró que verían su casa algún día.
En febrero de 1918 la situación en Rusia empeoró. La economía colapsó más si ello fuera posible, y los soldados que custodiaban a la familia imperial fueron reemplazados cada vez por gente de menos rango, menos educada y más hostil hacia la realeza. Por lo cual la familia tuvo que aguantar muchos maltratos y privaciones. Por ejemplo, no les compraban alimentos de calidad, y se veían obligados a comer cosas que ni sabían que existian. Las cosas que consumían los pobres. Tuvieron que olvidarse de los huevos, la mantequilla, la leche. Menos mal que todavía quedaban personas a favor del imperialismo, alguna de ellas con dinero, que intentaron hacerles donativos. Además la gente de la calle que había sido educada toda la vida en la creencia de que el tsar era de origen divino, se ocupaba de enviarles comida y detalles. Supongo que hambre no pasaron, pero ha debido ser muy doloroso pasar del lujo total a vivir de la caridad de la gente.
Separación
Después de firmar el tratado con Alemania, de Moscú llegaron órdenes de trasladar a la familia a Tyumen. El pequeño Alexis siempre tan enfermo no podía caminar y la emperatriz también muy delicada necesitaba comodidades especiales. Trasladar a toda la familia unida sería una taréa costosa y difícil. Un señor llamado Mirbach era el encargado de llevar a cabo el traslado, pero le dejaron la seguridad de la familia a su discreción. En muchas palabras Mirbach dijo «el destino de esa familia está en las manos de su pueblo» en pocas palabras «que se fastidien». Así que Nicholas y Alexandra tuvieron que resignarse a viajar ellos solos primero y dejar a sus cinco hijos en la casa de Siberia.
El karma se encargó de castigar a Mirbach, quien al poco tiempo fue asesinado por dos bolcheviques enojados porque creían que Lenin había traicionado la revolución.
Al poco apareció Trotsky en la película, y se encargó de ordenar que trasladaran a la familia de nuevo. Esta vez a Ekaterinmburg. Donde fueron aún peor tratados. Hay anécdotas de cómo por ejemplo uno de los enfermeros de Alexis, que durante toda la vida había tratado al niño con cariño e infinitos cuidados y que parecía sentir sincero afecto por el pequeño, tan pronto tuvo la oportuniad, se dedicó a humillarlo, a obligarlo a levantarse de la cama con dolores para darle órdenes y hacerle mover cosas de aquí para allá, burlándose de su torpeza. Una persona que toda la vida había sido leal y cuidadosa, de repente se quitó la máscara y se dedicó a hacerle daño a un inocente que al fin de cuentas de nada tenía la culpa (esta parte del libro me causó mucho dolor).
En todo caso, a pesar de lo mal que la estaban pasando; aún en ese momento, asegura Massie, nadie había pensado en asesinar a la familia. Se había pensado en un exilio o en un escape. Incluso en Inglaterra ya se había pensado dónde recibirlos; pero por una u otra cosa, los planes nunca cuajaron y la familia languideció en su «Casa de propósito especial» en Ekaterinmburg. Trotsky incluso guardaba la esperanza de hacer un juicio a Nicholas con él como ente acusador; y condenarlo debidamente por sus crímenes contra Rusia. También hubo muchísimos planes para ayudarles a escapar, pero se formaron muchos grupitos independientes y nunca consiguieron una forma de coordinarse o ponerse de acuerdo. Todos querían pasar a la historia como los únicos salvadores de la familia real, y se ocultaban información los unos a los otros, se ponían trampas para hacer fallar a la «competencia» en lenguaje coloquial se convirtieron en «bomberos que se pisaban las mangueras» o en «muchos jefes y ningún subalterno».
Ejecución
Al final nunca llegaron el juicio, ni la absolución. Solo la condena y la ejecución. El 12 de Julio de 1918 llegó de Moscú un comunicado donde básicamente dejaban a discreción de los custodios de la casa el destino de la familia real. «Hagan lo que mejor les parezca» Fue la órden impartida. Y así se selló el destino de Nicholas y familia: se decidió de inmediato ejecutar a toda la familia y borrar todo rastro del crímen.
Para esto contrataron a un profesional llamado Yurovsky, que se trasladó hasta la casa-cárcel, se integró en la rutina del tsar, se hizo compañero de ellos y se familiarizó con el ambiente para mejor planear la ejecución. Los testigos cuentan que nunca siquiera imaginaron que mientras Yurovsky desayunaba y departía amistosamente con el tsar, o tomaba el té con la emperatriz, al mismo tiempo estaba ultimando los detalles de la ejecución: firmando los recibos para comprar la gasolina y el ácido para disolver los cuerpos, y recorriendo los alrededores del pueblo, reconociendo el terreno para elegir el mejor sitio donde ocultar las cenizas y las pruebas. Era todo un profesional que no mezclaba los negocios y la cordialidad.
A los pocos días, en la tarde, Yurovsky le dijo a todos los guardias que salieran y les quitó todas las armas. Luego se despidió de la familia y los mandó a dormir. Mientras ellos dormían, avisó a todo el mundo de que habría una ejecución, y que nadie se extrañara si había disparos. A la media noche, subió a despertar al tsar, le dijo que se vistiera porque los iban a trasladar a otro sitio más seguro. Los bajó a todos al sótano y le dijo al tsar: «Tu gente intentó salvarte, pero fracasaron. Ahora vas a morir». En una escena terrible y violenta que prefiero no reproducir aquí, la familia entera fue asesinada, los cuerpos «desaparecidos» y toda evidencia borrada.
Lenin estaba al mando en Moscú, así que a él le tocó poner la cara por la desaparición de la familia imperial. Simplemente emitió un comunicado diciendo que Nicholas había sido ejecutado «por sus múltiples crímenes» y que la familia había sido «trasladada a un lugar seguro». Al no poder sostener el paripé por mucho tiempo, al cabo de un año mandó detener a una treintena de personas que según él eran los «asesinos de la familia imperial» y también los mandó ejecutar. Un crímen para tapar otro.
Dicen que muchas de las joyas y piedras preciosas que tenían los cuerpos, fueron reducidas a polvo por la fuerza de los golpes que buscaban desaparecer evidencia. Dicen que tiempo después, cuando llegaron los investigadores y destaparon todo, encontraron muchas de las joyas destrozadas y las piedras quebradas. Era tal la saña con la que lo habían destrozado todo, que un tal Voikov se jactó de decir «el mundo jamás sabrá lo que hemos hecho»
Al mismo tiempo que se ejecutaba a la familia imperial, Lenin ordenó que se aniquilara todo el que tuviera una relación con los Romanov. Ya habían asesinado a Michael unos días antes que a Nicholas, y a muchos otros. Entre ellos amigos y conocidos. Un asesinato famoso fue el de un escritor, cuya ejecución fue autorizada por Lenin tras decir las famosas palabras «la revolución no necesita historiadores» Dice Massie con un toque de humor que al parecer la revolución tampoco necesitaba a Lenin ni a Trotsky, quienes murieron muy poco tiempo después. Lenin murió de derrames cerebrales (muy conocido efecto de los venenos para ratas) y Trotsky que siempre sospechó que Lenin había sido envenenado, fue asesinado por Stalin; quien terminó quedándose 30 años en el poder.
Epílogo
Muchos de los familiares de Nicholas lograron escapar. Su madre, Maria Feodorovna logró irse a vivir a Inglaterra, donde le dieron el ala de un palacio para ella sola, y la sometieron a unas cuantas humillaciones no muy graves, como pedirle que apagara las luces por la noche para ahorrar en la factura. Cositas sin importancia. Vivió hasta un poco más de 80 años y nunca le faltó nada pues le bastaba con vender una joyita aquí y otra acuyá para ir tirando.
Alguna ardillita que sepa de joyas nos contará de la espléndida gargantilla y tiara de diamantes que terminó en poder de «The Queen». Por lo visto las facturas de la luz en Inglaterrra son bastante costosas (!)
Otros familiares vivieron de forma todavía más sencilla, para los estándares reales. Por ejemplo una se fue a Canadá, donde era una vecina como otra, con una pensión de U$40.000 al año. Bueno, para ellos eso era vivir en la miseria absoluta, pero para una persona normal en la primera mitad del SXX (¡e incluso hoy en día!), es un ingreso bastante decente. Hay una anécdota graciosa que cuenta cómo esa señora vivía de manera normal y nadie de su barrio sospechaba de su origen noble, hasta que un día recibió una invitación personal de la reina para cenar en su barco. Ahí todos se quedaron con la boca abierta.
La verdad es que fuera de joyas y tierras, poco dinero en efectivo tenía esa familia; y de todos modos, los pocos o muchos millones que tuvieran, se los habían gastado en la guerra. Por ejemplo hay cartas de Alexandra a Nicholas diciéndole que hay que conseguir más dinero para financiar el hospital que ella tenía montado para los heridos de la guerra, y que se había acabado la plata en la cuenta tal y tal. Esto demuestra que los Romanov estaban también quemando su efectivo, vaciando las cajitas de galletas. Supongo que otras familias han aprendido de estas experiencias y por eso ahora la gente es mucho más prudente a la hora de echar mano de los ahorros personales para ayudar al prójimo.
En general el libro de Massie me gustó mucho porque aunque contiene interminables páginas sobre la guerra y las decisiones políticas, también se cuidó el autor de que la historia se dejara leer por alguien con pocas luces para las noticias y la realidad. Este fue un libro terminado en 1967, con lo cual el autor muy seguramente tuvo que mecanografiarlo completo y varias veces. Por eso se aprecia todavía más el trabajo en semejante mamotreto.
Esperemos que nuestro próximo libro sobre Sisi tenga un desarrollo un poco menos sombrío; pero por lo poco que he leído y mis averigüaciones sobre la vida de Elizabeth de Austria en la red, me temo que tampoco vamos por muy buen camino en ese rubro. Sin embargo el libro hasta ahora está muy entretenido, se deja leer y es casi que un pelín adictivo. Pero me estoy adelantando, pues esta información pertenece a la próxima entrada sobre el nuevo club de lectura.
Ardill@s, espero vuestros comentarios e impresiones sobre la obra de Massie y el destino de la desdichada familia imperial. Viendo la violencia con la que puede ser maltratada una persona, por otra que parecía leal y dedicada, no sorprende que los reyes de la actualidad sean tan precavidos y reservados. Toda precaución es poca cuando están viviendo al filo de la navaja. Disfrutando de privilegios concedidos por razones de las que ya nadie se acuerda, mientras al otro lado del abismo se cocina una bomba social que en cualquier momento estalla en la cara de muchos. Ahí es cuando se comprende la razón de tantas vacaciones privadas y tantos destinos ignotos de los que los ciudadanos comunes no tenemos ni la menor idea.
Espero ver vuestros comentarios y no os corteis si quereis hablar del nuevo libro. Yo también estoy emocionada y deseando compartir mis impresiones con vosotros.
Buenos días,he leído atentamente todo lo que habéis escrito sobre esta lectura y me parece un gran descubrimiento,yo sabía parte de la historia,pero en estas lecturas que nos has puesto,Agnola,he conocido mucho sobre la vida de esta familia,que desconocía.
Habéis hecho un trabajo magnífico,porque yo que no tengo el libro me he enterado de todo y vuestros comentarios han sido enriquecedores,es una maravilla leeros.
El siguiente tampoco lo tengo,pero os seguiré aquí en el club de lectura con la máxima atención.
Saludos.
Gracias Agnola por tus posts del club de lectura. Tengo tantas guardias estos meses que me es imposible comentar y casi seguir el blog.
Veo las joyas de la zarina, y conforme me voy haciendo más mayor, más me gustan las joyas.
Respecto al maquillaje de Letizia en los premios de ABC, lo veo muy dramático. Muy vísperas de Halloween.
Agnola, te agradezco la dedicación y el esfuerzo que has puesto para mantenernos enganchadas en esta deslumbrante y trágica historia.
Detalles:
-Lo que cuentas del enfermero del tsarevich es para mí el ejemplo cumbre del servilismo. Las personas serviles no tienen principios, ni valores propios, sólo aquellos que se asocian al poder. Un poder que admiran por sobre todas las cosas, pero que nunca podrán tener puesto que carecen del temple y el fuelle para sostenerse. De suerte que ahora son ‘leales’ al Zar porque él es el poder; luego fieles a la causa revolucionaria porque estos detentan el poder. Si más tarde el poder lo tiene un ganso, serán obedientes al ganso o a la hormiga.
Así tengo yo un colega en el trabajo, pero como ya le conocemos, pues nadie lo toma en serio y él siempre tratando de quedar bien con el jefe de turno…Es patético.
-Lo que dices del exilio ahora que ya se sabe que su primo hermano el Rey Jorge V -abuelo de The Queen- personalmente le negó el refugio, aunque la cara la puso su Primer Ministro, pues quiero imaginar que terminada la Primera Guerra Mundial y con la desaparición de muchas Casas Reales, los que quedaron en el trono se hicieron de la vista gorda para aferrarse a esos pocos tronos que quedaban. Pienso que nadie quería recibirlos, y que esa fuerza de ‘familia piña’ que tenía la familia imperial rusa terminó con todos. Porque creo que a las grandes duquesas y al tsarevich sí que los habrían podido refugiar en algún lugar de Europa o incluso Estados Unidos -tan anti-bolcheviques habría tenido cierto apoyo, pero como eran tan unidos nunca pensaron en separarse y haber enviado a los niños fuera. Una pena porque eran unos niños que no tenían culpa de nada. La pareja imperial, dada las circunstancias, no me parece que a los triunfadores bolcheviques les quedara otra opción más allá de la ejecución.
-La foto del ejecutor Yurovsky, pues sí que le hizo justicia, tiene una cara de verdugo que echa pa’trás….Y nunca me había fijado que Stalin es calcado a un tío mío. Mi tío se parece una barbaridad…Tan pronto vea a mi madre se la enseño para que se muera de la risa. 😀
-Agnola, te has lucido con el relato de «María Fedorovna y sus joyitas»…ese collar que lleva como tengas el cuello corto ya te queda…tremendo. Tengo una conocida que es bastante austera, ejem, y ahora para todo (apagar luces, no gastar papel, etc.. ) sale con que es ‘anti-ecológico’, pero dicen que no es el planeta lo que le duele, sino el puño…:-D Seguro que le encantarían las ‘joyitas’ de la Gran Duquesa.
De nuevo, Agnola, mil gracias por estos relatos fabulosos. Y estoy lista para el siguiente.
Agnola, se aprecia la dedicación, tiempo y esmero que has puesto en esta sección literaria. En verdad se agradece la calidad.
Acerca de lo que ya comentaba Kiki#3 del sirviente de Alexis, recuerdo haber leído relatos semejantes en tiempos de la Alemania Nazi: sirvientes de toda una vida, a veces de generaciones, considerados muchas veces como parte de la misma familia, que al ascender Hitler y sus secuaces al poder, se dedicaron a denunciar a sus patrones, humillándolos y atormentandolos indeciblemente. Es, como dice Kiki, una expresión del servilismo, pero también, pienso yo, un resabio social que se les encona y cuando ven la oportunidad de volver las tornas no hay límites a su maldad.
En cuanto a las Grandes Duquesas, ya apuntaba yo en entradas pasadas que pudieron haberse salvado si sus padres hubieran tomado las providencias del caso. Ya sea casandolas (que ya hacía años tenían propuestas en ese sentido), o simplemente, enviándolas al extranjero. Ya sabemos que muchos miembros de la realeza y aristocracia rusa lograron huir, algunos con posesiones que les permitieron subsistir por algún tiempo. Pero creo también que tanto el Zar como la Zarina y el Zarevich no lo hubiesen logrado. Su suerte estaba echada desde un principio.
Sobre la ejecución de la familia, es bien sabido que las chicas llevaban cosidas a sus ropas,en especial a sus corsés, gran parte de sus joyas, por lo que, sufrieron muchísimo pues las balas no lograron su cometido y tuvieron que ser rematadas con las bayonetas. Una masacre.
La muerte de Lenin sigue rodeada de un halo de misterio hasta nuestros días. De hecho, los documentos referentes a ella siguen siendo considerados «material clasificado» y no pueden ser vistos por nadie. Se sabe que tanto su padre como tres de sus hermanos murieron a edad más bien temprana, de enfermedades cardiovasculares. El mismo Lenin tenía ya un historial de ictus en los años previos. Otra cosa es que le hayan dado una «ayudadita» a la naturaleza con algún tipo de veneno. Está bien documentado que su salud decayó rápidamente y que sufría de una variedad de síntomas que no se relacionan con dolencias cardiovasculares. Es bastante probable que su muerte haya sido una más de la larga lista de las atribuibles a su sucesor, Stanlin.
Me declaro lista para empezar con la historia de Sissi. Hollywood nos la ha vendido de una manera que poco tiene que ver con la realidad. Encantada estoy de poder explorar los entresijos de su vida.
¡Saludos ardillitas!
Mariloli, Kiki – lo que contais sobre el servilismo y la capacidad que tiene el humano para infringir dolor me despierta un miedo que siempre he tenido latente…
¿Existirá un monstruo dormido en cada humano? ¿Será posible que la gente que para sus adentros se considera una persona buena, pacífica e incapaz de dañar a los demás, en el momento en que cambien las circunstancias y se presente la oportunidad se le despierte un demonio que ni siquiera sabía que existía?
He leído un poco sobre ese tema y de veras que me parece fascinante y estremecedor: la mayoría de los soldados nazis que cometieron atrocidades innombrables eran hombres buenos, de familia, que en otras circunstancias no hubieran aplastado una mosca. ¿Fueron las circustancias las que los hicieron malos, o ellos ya eran malos aunque no lo supieran?
Uno puede estar seguro de algo, pero la verdad es que hasta no vivir la circunstancia, no puede saber a ciencia cierta de lo que es capaz y lo que no. Una y otra vez leo entrevistas a madres que olvidan a sus hijos en el coche bajo el sol. Esta desgracia le ha ocurrido a personas de todas las clases sociales y niveles de educación. Desde el obrero más humilde hasta un científico de cohetes. Y todos sin excepción habrían dicho de haberselo preguntado, que a ellos jamás se les olvidaría su hijo en el coche. Y sin embargo lo hicieron. ¿Eran personas descuidadas por naturaleza, o las circunstancias los obligaron a olvidar?
Son reflexiones que me vienen a la mente después de leer un libro como este. Es increible las vueltas que da la cabeza con un solo impulso: un libro sobre el tsar de Rusia y ya estoy pensando en cómo evitar que un bebé sea olvidado en un coche a morir por un golpe de calor.
Agnola,
So … This is the end of the story … You summarized very well all the important points!
I suppose that learning about this family fate always brings some sadness … There was no need to kill them, along with the doctor, the cooker and two employees!
Who was responsible for these murders? Who gave the order?
It seems that up to this day there is no definitive answer for this question. This is an open investigation … 100 years laters!
For me the responsible is Lenine, he certainly gave the green light, even if an official document does not exist or has not been found.
Lenine is an important hero of the Russian history, so I can understand there are reasons to avoid to put these crimes in his back. But the man was highly amoral, for him the end justified the means …. These deaths, along with a few million more up to his death in 1924 were not something that made him sleepless. He defended the terror and the violence … Everything was acceptable in the name of the revolution!
He never did the dirty work himself …. He had henchmen for that, but he was the mastermind behind those actions!
And cousin George V was also a good soul…. Poor handsome Nicholas never had a chance!
Saludos
Agnola querida, las joyas que la zarina luce en la foto no pasaron a ser propiedad de la Reina de Inglaterra. Muchos rusos vendieron importantísimas joyas para mantenerse en el exilio tras la Revolución, pero no fue el caso de María. Ella era hermana de la reina Alejandra quien prácticamente la obligó a salir de Rusia cuando ya habían sido asesinados Nicolás y su familia y la acogió en Inglaterra. Después de unos años regresó a Dinamarca donde reinaba su hermano Federico y donde vivió hasta su muerte. No tuvo necesidad de vender joyas y éstas en concreto no salieron de Rusia donde fueron inventariadas en los años 20.
A la reina Alejandra le gustaba esta tiara de su hermana y finalmente tuvo una de su propiedad que fue un regalo por sus bodas de oro y que es la que tiene ahora Isabel II.
La Reina Mary sí que adquirió varias joyas rusas procedentes de la Gran Duquesa María Paulovna, tía de Nicolas II y que consiguió sacar parte de sus joyas de Rusia (tenía una de las mejores colecciones del país que ya es decir). Tras su muerte su hija vendió varias piezas la más famosa de las cuales, porque ha sido muy usada por Isabel II, es la tiara Vladimir.
https://kena.com/wp-content/uploads/2016/02/Elizabeth-II-Tiara-Vladímir-WEB.jpg
Y una foto de la Gran Duquesa con la misma tiara
https://www.internetstones.com/image-files/grand-dutches-maria_pavlovna_of_russia.jpg
Las perlas se pueden sustituir por esmeraldas, pero ese ya es un arreglo que hizo la Reina Mary.
Perdón, donde dice bodas de oro quería decir de PLATA. A las de oro no llegaron…..
Bueno, pues un final muy triste, tanto como el de la realeza y aristocracia francesa y de la china. Entiendo que el pueblo pasaba hambre, pero con largarlos al exilio se hubiesen ahorrado que el crimen quedase ligado a la revolución para siempre. Pobre zarevich y pobres grandes duquesas.
Acabo de encargar el libro de Brigitte Hamann. Ya había leído antes sobre Sissi y su infelicidad, su mala relación con su suegra, sus más y sus menos con su marido, su anorexia y sus pérdidas como madre. No le encuentro el halo trágico de los Romanov a pesar de todo esto y de su asesinato, quizás porque me cae menos simpática. A ver si el libro me muestra un lado de ella más amable.
Besos!
Katyescarlata, a mí la tiara Vladimir me recuerda un poco a la Cartier española. Es impresionante, no sé si más con las perlas o cuando le ponen esmeraldas.
Una de mis favoritas es la tiara de panal de abeja Boucheron o tiara Greville, que le legó la Sra. Greville a la reina madre de Inglaterra. Se ve poco, pero es espectacular, y Camilla la ha lucido más de una vez.
Besos!
Ardillitas lectoras, me ha gustado mucho este documental de youtube sobre las Grandes Duquesas…Hay muchas imágenes que no había visto.
https://www.youtube.com/watch?v=VHQWpcpJVM0&t=66s
Este es solo la primera parte, pero si lo pinchan al lado aparece la segunda parte. Por desgracia está sólo en inglés. Pero son muy interesantes los comentarios de los entrevistados.
Disfruten
🙂
Kiki,
Thanks for this recommendation… I just watched the documentaries on Russian’s Lost Princesses. They are very interesting and I enjoyed them very much.
I learned a few things I had no idea, for instance that Alexandra had such a fragile health, real or imaginary, and that she used that condition to control the daughters! The true is that in the photos she seems older than her age and there is a bitterness in her face that reflects an unhappy and tormented person. She was rich, she was in love with her husband, she had four beautiful daughters, but… she was a discontented soul. Surely she was worried with her son, but if that problem did not exist would she be a different person?
After all we have to give credit to her grand mother queen Victoria and to her parents in law, in their judgements regarding that marriage… She was not the ideal bride to Nicholas …who, by the way, was not the ideal man to fulfill the czar role!
Saludos
Hola, Kiki 11 y Concha, 12. ¡Gracias por el enlace! Yo ya casi termino la segunda parte y me ha encantado ver las fotos y los fragmentos de película sobre el imperio. Concha, Massie sí que menciona la ciática de la emperatriz, y sus problemas de salud en general. La pobre casi que no podía caminar, pero yo creo que era su forma de lidiar con los problemas: enfermándose y luego aguantando dolores para estar con su hijo y así quedar en su mente como una mejor madre de lo que ya era. He visto mucho esa actitud. Creo que de no haber existido la debilidad de Alexis, de todos modos Alexandra se hubiera enfermado para lidiar con cualquier otro problema que hubiera tenido en su vida.
Aunque el documental es bastante fiel a lo que dice Massie, noté que pintaron al tsar como un hombre mucho más debilucho y pusilánime que la imagen que dio Robert. En el documental quisieron decir que el imperio ruso cayó porque la casa real se quedó acéfala desde que murió Alejandro III. Y que llegó Alexandra con muy buenas intenciones, más fuerte y con ganas de mandar, pero bastante inepta y que la odiaba el pueblo. Yo es que no lo veo así y creo que el documental quiso darle más importancia y peso historico a Alexadra de los que tuvo; y eso que tuvo mucho de los dos.